lunes, 26 de abril de 2010

Sembradores.

A mi padre no lo oí cantar,

quizá lo hacia en silencio.

pero si miraba al cielo,

como elevando una plegaria.


Luego seguía,

caminaba y caminaba

dejando en cada paso algo de él,

en las semillas que dejaba en el surco.


A veces él solo,

otras eran más.


Y al ritmo de los pasos y las manos,

bailaban la danza ritual de la siembra

con la sinfonía del viento, las aves y el silencio.


Después,

la tierra, la lluvia, el tiempo y la fe,

hacían la maravilla de la creación.


El futuro se hace presente,

el sueño es realidad ahora.


Un inmenso verde cubre la tierra,

la semilla da su fruto,

la vida podrá seguir.


El futuro,

tiempo que no existe pero está presente,

esta dentro de uno.


En el futuro se gestan los sueños,

se vive sin temores,

se ama sin miedo,

allí vive la esperanza.

No hay comentarios: