lunes, 26 de abril de 2010

PADRE, MADRE.

Como el sol de una aurora, das calorcito a cada uno de tus hijos.

Tu amor que se esparce como los rayos del sol,

calientitos, sobre ellos, cobijándolos.


Amor infinito de madre.


Algunas veces el amor es tanto,

es tan enorme,

que se dá a los demás

de una forma inconciente.


Cuando tu con tu mirada ávida de ver mas lejos, tratabas de ver mas allá,

pero tus hermosos cerros te lo impedían,

subías a lo más alto del más alto

y así veías más allá.

Siempre supiste que había algo más,

tu alma miraba lo que tus ojos no podían.


Tus sueños.


Horizonte abierto por tu mirada,

filosa navaja cortando en pedazos

la preciosa cortina de seda

que te impedía ver más allá.

Tu al lado de para quien la vida sólo fue un sueño,

un soñador de esos que no viven en el mundo éste,

un soñador que hizo realidad sus sueños.


Un humano.


Sólo tú y él saben lo que soñaron,

y tú a su lado a pesar de los pesares,

vida de sobresaltos, abandonos, angustias, incertidumbres.


Pero en el fondo, sabías que el sueño que compartían,

sería realidad.

Soñó que la tierra que pisaban y sembraban los vecinos suyos

debería ser propia.


La tierra que antes trabajaban la pisaban,

pero sus pasos se iban,

no permanecían en ella,

pasos y tierra eran ajenos.


Ahora los pasos se quedan porque son uno mismo,

pasos y tierra se pertenecen.


La vida tuya, al lado de quien sólo pensó

que tenía que lograr un pedazo de tierra para los demás.


Cuando tu soñador vio que era posible

que un hilo cristalino de los que bajan de la montaña de fuego

llegara a todas las moradas de la tierra que te vio llegar

y que gustosa te recibió porque sabia de lo que eras capaz

porque no todo lo puede percibir la gente,

pero si lo sabe el lugar,

testigo de todo lo que allí sucede

no dudaste en estar a su lado.

.

¿ Dónde esta el limite entre un sueño y la realidad.?


Ni tú ni él conocieron ese límite,

porque de haberlo hecho hubieran despertado

y sus sueños no se hubieran concretado.


Sus vidas por sus sueños

y sus sueños hechos realidad.


Padre, madre,

estoy orgulloso de ustedes y de sus logros.

Padre cumpliste con tu misión

aún a costa de tu vida.

Madre gracias por acompañarlo.

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