Camino por el tiempo de mi vida
y espero impaciente
que la luz sea sucedida por la oscuridad de la noche
de este día que hoy termina.
A veces pesa más mi cuerpo que mi cansancio,
no se justifica que arrastre los pies.
Trate de sonreír a la vida,
pero mi rostro petrificado,
a Medusa miré en ti,
me impidió hacerlo.
Mi cuerpo con hambre de mi cuerpo,
intento absurdo de autodestrucción.
Miro los fragmentos de mi vida,
esparcidos, en el camino que se abre a tus pasos
en tu diario andar.
Mi amor que se hizo pedazos
en la pared de tu insensibilidad.
No se,
sólo quiero que sea de noche.
Tal vez sea sólo para estar seguro
que se termino otro día,
y que estoy vivo.
Avalancha de razones porque no sucedieron cosas,
justificaciones estériles. Inútiles.
El tiempo con su memoria
me recuerda lo que mi memoria
a veces dice que no recuerda.
Velado recurso,
para justificar la ocasional amnesia
que necesita mi conciencia
para tener un remanso
en mi tormentosa existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario