EL CAFÉ DE LA VIDA.
El café de la vida, espacio que sòlo existe en la mente, lugar que usan dos almas para saborear la fantasìa, la imaginación, la abstracción.
Anhelo quizá de conocerse, y a la vez de no hacerlo.
Terreno no terrenal, pero el lugar de reunión existe.
Yo espero por ti sentado en lo que queda de lo que alguna vez contemplo la vida, erguido vestido de verde, majestuoso, que albergaba vida de muchos tipos, que cantaba con el viento, porque el canto lo iba aprendiendo de las aves que vivian por allì. Y ahora es sòlo un fragmento de èso que alguna vez fuè.
La mesa, un trozo de madera redondo agrietado , con muestras que indican que hubo vida dentro de èl, diminutos laberintos internos que por fuera sòlo son paqueños puntos huecos, seres que ya no están, pero que dejaron testimonio de su presencia, asì como nosotros dejamos àlgo nuestro allì.
Sobre la mesa una vela que nunca se apagarà porque su luz surge de los recuerdos y hay cosas que no se olvidaràn.
Miro hacia arriba y sòlo veo constelaciones, igual que te miro a ti. Oigo los estruendos de los soles y siento como el fuego esta allì.
A veces creo que tu me hablas, pero tu voz no la escucho, de la misma manera que no oigo el ruido de las explosiones que producen los soles allà arriba y me quedo sin escucharte, y sòlo oigo el silencio de la noche que no existiría, si como tu voz la pudiera oir, y me quedo con el mismo silencio que reina pero que no existe, en la inmensidad de la ausencia de aire y de luz.
Una botella de vino que siempre estarà llena porque cada sorbo lo repone la esperanza, èso que dicen que es lo que nos hace no perder la fè en àlgo.
Y un lugar vacio que ocupa tu recuerdo con palabras sin acomodar,y que tal vez asì se queden porque ya no hubo como darles vida.
MARTINROSAS
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