domingo, 1 de agosto de 2010

ALBA.

ALBA

A veces, el mar tiene tantas ganas de tocarte,

pero sólo puede mirarte

cuando tus pies se hunden en la arena

y tu figura se dibuja,

con éso se conforma,

sólo te mira.

Un día, ya no resistió tu abandono

y pensó como hacer

para poder salir a abrazarte,

para envolverte.

Para inyectarte en cada poro de tu envoltura terrenal,

toda la sensación de vida que es todo él.

Platicó con el viento

y éste le dijo que le ayudaría.

Desde entonces el viento te lleva al mar.

Que la brisa bañe tu cuerpo

y lleve a tu alma su inmensa frescura.

.

Luego ,

con muchos besos

probaré cada milìmetro de tu piel,

Tus labios me sabran a sal,

a mar,

a inmensidad.

MARTIN ROSAS

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