ALBA
A veces, el mar tiene tantas ganas de tocarte,
pero sólo puede mirarte
cuando tus pies se hunden en la arena
y tu figura se dibuja,
con éso se conforma,
sólo te mira.
Un día, ya no resistió tu abandono
y pensó como hacer
para poder salir a abrazarte,
para envolverte.
Para inyectarte en cada poro de tu envoltura terrenal,
toda la sensación de vida que es todo él.
Platicó con el viento
y éste le dijo que le ayudaría.
Desde entonces el viento te lleva al mar.
Que la brisa bañe tu cuerpo
y lleve a tu alma su inmensa frescura.
.
Luego ,
con muchos besos
probaré cada milìmetro de tu piel,
Tus labios me sabran a sal,
a mar,
a inmensidad.
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