TU RISA.
Y surgió tu risa, espontanea, tu voz transformada en música para mi alma.
La brisa del mar y luego el eco de las montañas me la trajo fresca, Estaba un poco incompleta, quizá alguna ave o algún ser de los que viven por donde paso, después de escucharla se quedaron con algo, pero a mi me llego bien.
Y es que es tan hermosa, que alegro el alma de los que la escucharon por los lugares donde paso.
Lleno los caminos, jugo con el agua del mar, luego pasó por los ríos y las montañas, y la dejaron llegar a mí, porque sabían de mi espera por ella.
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