jueves, 2 de diciembre de 2010

UN DIA EN UN VIAJE.

UN DIA, EN UN VIAJE.

Tus ojos… tu mirada que penetro mi alma.

Ojos profundos, un laberinto en el que caí por un largo rato que pareció un segundo.

Me perdí en el hechizo de toda tu, infinidad de palabras mire, pudieron haber significado muchas cosas pero no tenia la posibilidad de comprender lo que miraba, porque no tenían orden y no había como hacerlo, no existía eso que permite la interpretación de las almas que ya se conocen, pero allí estaban.

Y esos hermosos ojos tuyos que me miraban y que yo no podía dejar de mirar porque me embelesaban.

Entre la gente y como luchando por desprenderse del ruido, una voz que traía una canción y esa canción hacia el momento diferente a todo, diferente a todos los días.

Y tu mirada fija, como queriendo encontrar algo dentro de mi.

Las palabras, se quedaban en el aire que tampoco se movía, no se las quería llevar, quizá porque sabia de lo efímero del momento y que yo las sentía muy dentro de mi.

Y lo que la canción decía era el eco de tu hermosura.

La canción, las palabras y tu mirada, borraron mis años dejándome desnudo, sin el abrigo que el tiempo me dio y me quede indefenso ante ti

Mis ojos te buscaban fascinados, pero apenas encontraban a los tuyos, huían.

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