Acabo de subir a mi barca y ya esta en alta mar, solo espero que el viento sea favorable y me lleve adonde tu estas.
Mi barca es impulsada por la fuerza de las palabras que luchan por ser escuchadas por ti, quieren que las miren tus ojos y por el sendero que hace tu mirada, ellas a tus oídos llegaran, se alimentan de ese anhelo y mi alma sabe que habrá tormentas, la calma del inmenso azul puede ya no estar, el viento dejar de ser un suave murmullo que acaricia el alma y gritar con su voz y la del mar hasta ensordecerme.
Quizá las noches sean tan largas que mi alma se pierda en el impenetrable azul, oscuro ahora, y mi alma entonces, tus ojos buscara, tal vez por algún lugar estén, y mis oídos tu voz, que también es luz para mi alma.
Quizá estés, y si estas, mis labios musitaran a tus oídos solamente, gracias por estar.
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