Hoy no fue esa sensación de seguir soñando contigo, lo que me despertó,
como muchas veces había sucedido, porque sabía que estabas conmigo. Esa
noche tan anhelada había llegado y este amanecer, estábamos abrazados
sintiéndonos mutuamente.
Y ese muslo tuyo sobre los míos y tus labios destilando esa humedad que
mi piel siente y reconoce como una invitación a seguir caminando, hacia
ese maravilloso mundo de placer, unión de dos cuerpos
No hay comentarios:
Publicar un comentario