jueves, 8 de diciembre de 2011

EL SILENCIO.

Me da miedo hablar y el silencio pesa tanto que rasga aun mas mi fragmentada alma sumergida ya en abismos infinitos tan negros como el dolor. Distancia generada por las mismas palabras que un dia nos unieron, pero que dejaron su encanto olvidado en los lugares comunes de nuestras vidas. En nuestra cama quedo el hastio, las sabanas se impregnaron de la ausencia de las noches de fuego, ahora son frias. En las mañanas las palabras de te amo, se desgastaron y ya queda nada de ellas, las mismas que un dia la distancia borraron, cuando tu alma y la mia se encontraron en el momento que la vida hizo converger nuestros caminos.

Cuando te vi la primera vez, mi alma hacia hasta lo imposible por tenerte, ahora que te has ido, yo quiero que te vayas de mi, pero mi alma no te deja y se va contigo y se que lo hace porque nuestras almas se unieron en otro plano, por eso es impòsible olvidarte.

Nuestro amor, un sueño, un sueño que naufragara porque no sobrvivira a las aguas tormentosas de nuestra realidad, porque la duda, la desconfianza anidaron en tu alma y tu dejaste que se quedaran.

Navegara sin rumbo en la mas densa oscuridad bajo un cielo otrora guia con sus caminos de luceros, hoy sin una sola luz que lo conduzca, porque la luz que alumbraba mi camino, se fue cuando te fuiste.

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